20.6.14

Proyecciones económicas del Perú: retos y oportunidades

Germán Alarco
(Revista Capitales, año7, Núm. 71, Junio de 2014)

Las perspectivas de la economía peruana para 2014 no son tan alentadoras a la luz de los resultados del sector externo y la balanza comercial al cierre del primer trimestre de 2014. Las exportaciones han caído nominalmente en 12.3%, mientras que las importaciones lo han hecho en 2.7%. La balanza comercial del primer trimestre tiene un déficit de US$ 938 millones, record histórico trimestral desde los años ochenta a la fecha. La contracción es básicamente por precios y menor en volúmenes físicos que caen 0.4%. En lo positivo, las exportaciones no tradicionales han crecido 9.6%. Por otra parte, el crecimiento del PBI trimestral fue de 4.8% respecto del mismo periodo del año anterior y ligeramente por debajo del 5% de incremento del año 2013.

Desde 2010 la economía peruana crece cada vez menos. En ese año, el crecimiento del producto fue 8.2% y de ahí han seguido tasa del 6.9%, 6.3% y 5%. A esta reducción contribuyen los menores crecimientos de las exportaciones reales que pasaron de una tasa del 8.8%, al 5.9% y 1% entre 2011 y 2013. Al mismo tiempo, hubo una importante filtración de demanda interna hacia el exterior cuando las importaciones reales aumentaron 24% en 2010 y tuvieron tasas muy superiores al crecimiento del PBI en 2011 y 2012 de 9.8% y 10.4% respectivamente. En 2013 estas crecieron en 5.1%. Llama la atención que este menor crecimiento se produjo en circunstancias en que la inversión privada y la inversión bruta fija aumentaron su participación en el producto con un record histórico en 2013, sólo superados por los niveles totales observados en 1981-1982 y 1957. En 2013 la inversión bruta fija fue 27.3% del PBI respecto de 25.1% en 2010. El menor crecimiento no puede ser explicado por menores niveles de inversión, ya que estos aumentan en los últimos años.

Panorama internacional complejo

Hacia finales del año pasado las expectativas de la economía internacional eran positivas. Sin embargo, durante el primer trimestre estas se fueron reduciendo a la par que el clima en América del Norte se enfriaba, reduciendo los niveles de consumo e inversión privada. Recién a inicios de abril la situación comenzó a normalizarse, pero con señales contradictorias. Las solicitudes de beneficio por desempleo son menores en mayo, pero los indicadores de construcción de nuevas viviendas, de ventas de automóviles y de manufactura no se recuperan respecto de los estándares de las mismas fechas del año anterior.

La información sobre el crecimiento del PBI de la Eurozona en el primer trimestre de 2014 tampoco ha sido positiva. La tasa fue del 0.2%, frente a una esperada del 0.4%, debido al estancamiento de Francia y los resultados negativos de Italia y Holanda, que contrarrestaron el mayor dinamismo alemán. Estos resultados y los peligros de una deflación alimentados por la inflación subyacente negativa de España, Grecia y Portugal estarían impulsando a que el Banco Central Europeo reinicie una política monetaria expansiva, mientras que la FED continúa con la reducción mensual de compra de bonos (tapering).

De lado asiático la información sobre el primer trimestre no ha sido negativa, ya que Japón y Taiwán observaron crecimientos en el PBI del 3%, Corea del Sur 4%, Singapur del 5.1% y China 7.4%. Sin embargo, a excepción de la japonesa, están por debajo de su desempeño histórico. Se prevé que China crezca 7.3% en 2014, mientras que en 2015 la previsión del EIU es que sólo crezca 6.9%. Las proyecciones del FMI son 7.5% y 7.3% respectivamente. Las últimas proyecciones del BCRP (Abril, 2014) son de 7.3% en 2014 y un optimista 7.4% en 2015. Por el lado de nuestros socios de la Alianza del Pacífico la situación sigue también con problemas. Chile tuvo una tasa de crecimiento de 2.6% durante el primer trimestre de 2014, mientras en México fue de 1.3% ambos por debajo del 3.7% y 3% respectivamente.

Causas de la desaceleración

La evidencia empírica es clara en mostrar que el golpe viene desde la economía internacional, pero no es exclusiva a esta. Entre 2010 y 2013 el consumo público elevó su participación de 9.9% a sólo 10.6% del PBI. La cuota de la inversión pública respecto del producto se redujo del 5.9% al 5.8%. Asimismo, si se examina el resultado de las finanzas públicas se observa un superávit acumulado de 4.9% del PBI entre 2011 y 2013. La contrapartida de estos superávits fue la acumulación de depósitos del gobierno en el Banco Central de Reserva. Al cierre de 2013 ascendieron a US$ 19,950 millones. El gobierno pudo ser más activo en contrarrestar la tendencia a la desaceleración en el crecimiento del producto.

La apreciación cambiaria permitida por el BCRP abarató las importaciones y desincentivó las exportaciones especialmente no tradicionales, a la par que afectó negativamente a toda la producción doméstica que tiene competencia externa. Entre 2010 y 2013 la propensión a importar ha pasado de 21.6% a 23.1% del PBI. Por este factor se perdió 1.3 y 1.5 puntos porcentuales del PBI en 2012 y 2013. Adicionalmente, un tipo de cambio real 10% más alto hubiera promovido más exportaciones no tradicionales entre US$ 660 a 940 millones anuales. La reconcentración del ingreso a favor del excedente de explotación en contra de la participación de las remuneraciones en el producto también ha contribuido a la desaceleración. Esta reduce la propensión a consumir promedio, el consumo privado y la demanda. Si se mantiene la participación a niveles de 2010, entre 2011 y 2013 se habría perdido potencial de crecimiento por 0.8, 1.3 y 1.2 puntos porcentuales del PBI respectivamente.

Cierre del 2014

La estimación oficial del BCRP al cierre de 2014 es de un crecimiento del 5.5%. Nuestra proyección se ubica más cercana al 4.6%, suponiendo un crecimiento de la inversión privada y de las exportaciones reales de 3%, consumo público 6.1% e inversión pública de 15.5%. Sin embargo, todavía hay mucho tiempo por delante. Lo que es claro es que se debe buscar un nuevo balance donde el mercado interno juegue un mayor papel. Es imprescindible activar la política monetaria y fiscal e insistir en el incremento de 10% en la remuneración mínima vital, que en estas circunstancias generaría un aumento de la demanda y producto de 0.7 puntos porcentuales adicionales (20-5-2014).


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