19.5.15

Juego sucio

Germán Alarco
(Diario Uno, 15/5/2015, p. 10)


Así podría describirse el comportamiento del gobierno con relación a la necesidad de reajustar la remuneración mínima vital (RMV). La semana pasada el Ministerio de Trabajo convocó, luego de un año de insistencia de las organizaciones laborales, al Consejo Nacional del Trabajo (CNT) para reiniciar su discusión. Sin embargo, esta reunión no tuvo grandes avances y más bien se trasladó hasta el 18 de junio por la falta de diversos informes técnicos. Se dijo que tanto el BCRP, el MEF y la SBS no habían remitido los estudios respectivos. A la par de estas maniobras dilatorias, el decano de la prensa nacional y sus medios afines reanudaron una campaña contra cualquier ajuste.

Los argumentos en contra del reajuste de la RMV son los mismos de siempre: generan empleo precario, reducen la demanda de mano de obra, no tienen efecto alguno sobre el nivel de demanda y producto porque comprenden a pocos trabajadores. Adicionalmente señalan que es una forma de control de precios que limita la libertad de las personas adultas a contratar en los mejores términos. Aquí se olvidan que el salario mínimo surgió para garantizar condiciones de subsistencia mínimas para las familias trabajadoras y hacer frente a las asimetrías en el mercado de trabajo (muchos trabajadores y pocos empleadores). La analogía de las virtudes de la libre negociación no se diferencia a la que predicaban los esclavistas siglos atrás.

De partida, la actuación del gobierno está mal ya que ignoró un acuerdo previo del CNT donde se señaló que la RMV debía revisarse al menos cada dos años (ya pasaron tres). Maniqueamente en el decano insisten en presentar la evolución nominal de la RMV a partir del año 2000, pero en cualquier análisis serio habría que mostrarla corregida por el índice de precios al consumidor. Asimismo, si se amplía el periodo de análisis desde 1962, en que surgió la RMV, nos daremos cuenta de su deterioro en el largo plazo. Si se quisiera mantener su poder de compra de origen, la RMV debería ser de S/. 1,400 mensuales, S/. 2,080 con base en diciembre de 1967 y S/. 1,800 si se considera enero de 1980.

Los defensores del statu quo se olvidan que los supuestos que utilizan para mantener y, en algunos casos, proponer eliminar la RMV tienen problemas. Insisten en que trabajadores y empresas tienen un poder similar, creen que sólo los factores de oferta determinan la demanda, ignoran los efectos que tendría sobre la demanda agregada, acuden a una teoría de la distribución del ingreso cuestionada, se olvidan de la irradiación hacia otros trabajadores (entre 800,000 y un millón de acuerdo al BCRP). También omiten que el subempleo radica en factores estructurales asociados a la abundancia de mano de obra y su reducida capitalización, entre otros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario