15.10.14

Balance por construir

Germán Alarco

(Diario Uno, 10/10/2014, p.13)

Los grandes medios de comunicación nacional, dos semanas antes de las elecciones, se lanzaron en una campaña contra la probable reelección del presidente de la Región Cajamarca. El veredicto de la población ha sido mayoritariamente contrario al de estos poderosos intereses económicos y mediáticos. Luego de conocerse los resultados electorales, la campaña continúa pero se ha reducido el volumen e intensidad. Ahora se está reconociendo que la plataforma de lucha regional se circunscribe a evitar la concreción de un proyecto en particular: Conga y no en contra de la minería en general. Sin embargo, con independencia de la problemática de esta región queda pendiente cómo lograr que las actividades extractivas puedan desarrollarse en perfecta armonía con el ambiente y la Sociedad en los niveles local, regional y nacional.
La minería y las otras actividades extractivas son nuestra principal fuente de divisas, aun cuando la demanda externa y los precios se avizoran con problemas para el mediano y largo plazo. También son importantes para los ingresos públicos, pero lo pudieran ser más. No contribuyen a la absorción de mano de obra por ser actividades muy intensivas en capital, teniendo en muchos casos mayores efectos dinamizadores en la fase de implantación de los proyectos respecto de su fase de operación. Las divisas son esenciales para el crecimiento económico ya que hacen posible las importaciones de bienes de capital, insumos intermedios y de consumo sin depreciar la moneda nacional. Mantener hacia adelante el crecimiento del producto potencial al 4.3% anual del periodo 2000-2013, con una elasticidad importaciones–producto de 1.4 implicaría que las exportaciones reales de bienes y servicios sigan creciendo al 6.1% anual de acuerdo al modelo de Thirlwall (2003).

La lista de posibles afectaciones de los sectores extractivos es larga y tiene impactos a nivel nacional (si se tiende apreciar la moneda nacional), regional y local. En estos dos últimos niveles pueden producirse impactos negativos en las esferas ambientales (agua, relaves, emisiones), económicas (costo de vida, desigualdad, dependencia e inestabilidad), sobre tierras y derechos, sociales y políticas, entre otras. Sin embargo, en cada nivel hay que hacer un balance de beneficios y costos, mitigar daños y en el peor de los casos, compensarlos.

Hay que desarrollar toda la minería y actividades extractivas que admita el medio ambiente en una perspectiva de corto, mediano y largo plazo que deseen las personas. Es imprescindible acudir al planeamiento y ordenamiento territorial, a la participación ciudadana estructurada, mejorar la gestión ambiental, más transparencia y vigilancia, relievar la creación de valor compartido, más minería a escala humana y cero minería ilegal.

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