21.8.14

La contracíclica revisión de la serie del PBI

Juan Mendoza

La publicación del anémico crecimiento de 0.3% durante junio ha coincidido con una sustantiva revisión de la serie del PBI desde el 2010. Los ajustes periódicos a las estadísticas oficiales son usuales a medida que se consolida la información preliminar de cada sector productivo y se recalculan precios y deflactores. Pero esta revisión es peculiar porque, con la excepción de 4 meses, el INEI ha revisado a la baja las tasas de crecimiento durante los meses en que la economía se encontraba en expansión mientras que ha revisado al alza el crecimiento desde que la economía se ha desacelerado. En particular, las nuevas tasas oficiales de crecimiento son, en general, menores a las anteriores hasta agosto de 2013, pero mayores desde entonces. La excepción está dada por minúsculos ajustes al alza en el segundo decimal de las tasas de crecimiento de junio, julio, setiembre y octubre de 2011.

Uno esperaría, como consecuencia de la consolidación de la información, que las revisiones sean positivas en algunos meses y negativas en otros sin correlación particular en el tiempo. Por eso, llama la atención que el mes en que las revisiones se tornan positivas, setiembre de 2013, coincida con el punto de inflexión negativo en la tendencia de la actividad económica. En efecto, de acuerdo al Indicador Coincidente del PBI, desarrollado por mis colegas Bruno Seminario y María Alejandra Zegarra, el nivel de actividad des-estacionalizado viene cayendo precisamente desde setiembre de 2013. Más aún, el coeficiente de correlación entre las revisiones y la tasa de crecimiento del PBI, desde enero de 2010, es de 0.55 pero con signo negativo. En otras palabras, cuanto mayor era la tasa de crecimiento del PBI mayor ha sido la revisión a la baja, y cuanto menor era la tasa de crecimiento mayor ha sido la revisión al alza. Así, la revisión a la serie del PBI ha resultado ser claramente contracíclica.



Las revisiones del INEI son, en algunos meses, apreciables. Así, por ejemplo, las nuevas tasas de crecimiento desde octubre del año pasado son, en promedio y en términos proporcionales, 10% mayores que las anteriores, mientras que las nuevas tasas entre marzo de 2012 y agosto de 2013 son 6% menores. Las nuevas tasas de crecimiento del 2011 y 2012 son 6.3% y 5.6%, menores en 0.3% y 0.4% a las que reportadas tan solo hace 30 días. La tasa de crecimiento del 2013 permanece inalterada gracias a que las deducciones al crecimiento durante los primeros meses del año son canceladas con las adiciones durante los últimos meses.

De no haber mediado esta revisión el crecimiento durante junio hubiese sido -0.3%. En otras palabras, la tasa de crecimiento interanual del PBI peruano se hubiese tornado negativa por primera vez desde hace 59 meses, cuando la economía mundial se encontraba en el punto más álgido de la crisis financiera internacional. Asimismo, sin revisión, el crecimiento de enero a junio no sería 3.3% sino 2.9%, lo que hubiera requerido un crecimiento cercano al 5.5% durante el segundo semestre para cerrar el año en 4.4%, la última proyección del Reporte de Inflación del BCRP de junio.

Esperaremos a la publicación de los detalles sectoriales de la revisión por parte del INEI para analizar qué explica esta peculiar correlación temporal en el ajuste a los datos oficiales. Sabremos entonces si la revisión se debe a nueva o mejor información en los sectores primarios o en la manufactura, en que el grueso del valor agregado es directamente medido, o si la revisión descansa en nuevas estimaciones sobre las ramas del comercio o de los servicios, en que una fracción apreciable del valor agregado es el resultado de imputaciones del INEI.

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