De acuerdo con el Banco Central, entre el 01 de enero y el 11 de agosto de este año, el tipo de cambio aumentó en 8% en Perú, mientras que lo hizo en 10.6% en México, 12.4% en Chile, 23.2% en Colombia y 30.8% en Brasil, en el mismo período. Esto significa que las monedas se han depreciado, es decir, han perdido valor con respecto del dólar. Se trata de un fenómeno de alcance regional y no solo local. Inclusive China elevó su tipo de cambio en 2% hace unos días.
¿Qué significado tiene y quiénes ganan y quiénes pierden? En primer lugar, se trata de una tendencia regional, por lo que puede intuirse que existen factores externos que han afectado a todos; sin embargo, no en todos subió igual. La desaceleración china, uno de los principales socios comerciales de los países mencionados, ha determinado que China compre menos materias primas de la región y por ende ingresen menos dólares. La menor oferta de dólares genera una elevación del tipo de cambio. En segundo lugar, la expectativa por el casi seguro aumento de la tasa de interés en los Estados Unidos, genera que los inversionistas se “anticipen” a su elevación y prefieran comprar dólares ahora y no después. Ello también origina presiones sobre el tipo de cambio. ¿Cuál es el nexo? Al subir tasas de interés en Estados Unidos, es esperable que los dólares salgan de la región con destino hacia el país del norte y la menor oferta de dólares traiga consigo una elevación del precio del dólar.
¿Qué hubiera pasado su usted compraba cien dólares en el mes de enero? Pues ahora tendría 8% más en soles, ganancia que difícilmente podría haber obtenido en otra alternativa. Distinta suerte corrieron aquellos que tenían deudas en dólares pero obtenían sus ingresos en soles. El aumento en el tipo de cambio origina que cada vez se necesiten más soles para comprar la misma cantidad de dólares.
A nivel del país, ¿cuál es el efecto que en los países mencionados, el tipo de cambio haya subido más? Pues que Perú pierde competitividad en términos relativos. Pensemos en un exportador peruano versus un colombiano. Si ambos compiten en los mismos mercados externos, entonces si el tipo de cambio aumentó en Colombia 30.8% y en Perú solo 8%, el exportador colombiano tiene mayores incentivos, pues por cada dólar obtendrá más pesos con relación a los que obtendría el peruano.
¿Por qué en el Perú no sube en la misma proporción? Por la llamada “dolarización financiera”: una parte importante de los créditos otorgados por el sistema bancario están en dólares a personas cuyos ingresos están en soles. Una elevación del tipo de cambio de, digamos 30%, haría que muchos no puedan pagar sus deudas con los problemas consiguientes, tanto para las personas como para el sistema financiero. De ahí que sea urgente desdolarizar la cartera de préstamos antes de dejar subir el tipo de cambio.
Por último, el aumento en el tipo de cambio es el elemento de “protección natural” de nuestras cuentas externas, pues limita las importaciones al ser más caro cada dólar e incentiva las exportaciones no tradicionales. Esto no evitará que el continuo aumento del precio del dólar tenga algún impacto sobre los precios de aquellos bienes que se importan directamente o que son producidos con insumos importados.
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