Nueva reforma previsional

Germán Alarco

(Diario Uno, 16/8/2016, p.10)
(http://diariouno.pe/columna/nueva-reforma-previsional/)

La revisión de los sistemas previsionales existentes es un tema importante para toda la Sociedad. Este incluye el pilar básico asociado a Pensión 65, el sistema privado de pensiones (SPP) y el sistema público a través de la Oficina de Normalización Previsional (ONP). Las últimas modificaciones realizadas en el Congreso de la República fueron fragmentarias y en el caso de la posibilidad de aplicar hasta el 25% del fondo acumulado para pagar una cuota inicial o adeudos por vivienda única parecen desnaturalizar el sentido de los sistemas de pensiones. Asimismo, la posibilidad de retirar hasta el 95.5% de los fondos acumulados a los 65 años abre mayor competencia a las AFPs y a las compañías de seguro pero coloca a la ONP en desventaja frente al SPP.

La restructuración e integración de los sistemas de pensiones es esencial. Aquí algunos principios. En primer lugar hay que ignorar la posición de quienes plantean que la aportación a estos sistemas no debe ser obligatoria. El horizonte de planeación de las personas es de corto alcance y no existen evidencias sólidas de que las personas ahorren pensando en un horizonte de mediano y menos de largo plazo. En segundo lugar, tanto los sistemas solidarios como los de aportaciones individualizadas tienen sentido económico y social. En tercer lugar, es imprescindible establecer un pilar basado en un sistema no contributivo (a través de impuestos) para quienes están en condiciones económicas extremas o quienes no han podido aportar lo suficiente para obtener una pensión mínima. También hay que reconocer que las AFPs y las compañías de seguros han generado un ambiente poco competitivo en desmedro de los intereses de los jubilados y que se debe realizar una reingeniería profunda de la ONP partiendo de transparentar todos los pasivos históricos acumulados del gobierno con esa institución.

Con estos principios se puede reformar el sistema con tres pilares: básico, obligatorio y voluntario para quien quiere pensiones más altas. Al respecto, un camino por analizar sería el replicar el seguro social norteamericano de propiedad pública con aportaciones y pensiones individualizadas. A este se adicionaría el sistema de aportaciones voluntarias de los asegurados y sus empresas; y el pilar básico con una pensión mínima financiada por el gobierno. El otro camino para el componente obligatorio sería el relativo a que las aportaciones individuales para propósitos previsionales se realicen en cualquier institución financiera registrada de forma de aumentar la competencia.

Se trata de un tema complejo pero soluble. Hay mucho por discutir y concretar. También hay que ser realistas, ya que una economía de bajos ingresos no puede tener sistemas de jubilación ajenos a esa cruda realidad.