16.8.17

Nuevos retos internacionales

Germán Alarco
(Diario UNO, 11/8/2017, p. 9)

Mientras que en el Perú seguimos inmersos en el corto plazo, en la economía internacional aparecen nuevos temas que la tornan más inestable. Aquí muchos piensan y actúan como si nada estuviera ocurriendo. Se insiste en el casi secreto Acuerdo de Comercio de Servicios (TISA), en más TLC y en una nueva versión modificada del TPP, los cuales se pondrían en salmuera bajo un nuevo escenario externo. Todavía no asimilan los retos de hace cinco décadas atrás, menos los eventos del último lustro. ¿Dónde están nuestros planes alternativos o de contingencia?

Se pueden distinguir al menos cuatro oleadas de acontecimientos internacionales. La primera identificada por el Club de Roma, hace 50 años, donde se destacó la importancia del equilibrio del hombre con la naturaleza: cambio climático, destrucción de la biodiversidad, reto demográfico y crisis energética. Luego, se sumó el impacto de las transformaciones tecnológicas, el menor crecimiento y la elevada desigualdad en los ingresos y las riquezas. A partir de 2013 sentimos el golpe del deterioro de los términos de intercambio externos como resultado de la insuficiencia de demanda, el menor crecimiento de la China y la sobreoferta de nuestras materias primas. Todavía hay muchos analistas locales que omiten este último factor para explicar la desaceleración económica interna.

En el último lustro hemos sido sacudidos por los movimientos extremistas y sus secuelas: migraciones involuntarias masivas, la profunda inestabilidad y la polarización social. También destaca la difusión de diversos documentos sobre los efectos negativos de la robotización en el empleo de aquí a 20 años. Se estima que la OCDE perdería en promedio el 57% de los puestos de trabajo. El último año fuimos sorprendidos por el Brexit y la victoria de Trump, herederos de este capitalismo neoliberal que ha generado más desempleo y elevada desigualdad. Para suerte de todos, el primer proceso camina lentamente y el segundo está siendo frenado por sus propios errores, las instituciones internas y numerosas fuerzas sociales y políticas.

Frente a este panorama la respuesta parece obvia; sin embargo, está fuera del radar de muchos. Se necesita fortalecer los Estados nacionales, construyendo proyectos nacionales incluyentes y democráticos. Se trata de mirar más hacia adentro e intrarregionalmente. Es imprescindible pensar cómo incrementar los recursos fiscales y elevar la capacidad de gestión del gobierno. Debemos planear cómo mejorar eficaz y eficientemente las capacidades redistributivas del Estado. Es imprescindible intensificar esfuerzos con relación a la diversificación productiva bajo una perspectiva multisectorial. Hay que diseñar estrategias para enfrentar los nuevos retos de la robotización y la financiarización.

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