El sistema de la Reserva Federal (en adelante, FED) es el Banco Central de los Estados Unidos y a diferencia del BCRP tiene dos mandatos: estabilidad de precios y el pleno empleo. En el caso peruano existe un objetivo único, que es la estabilidad monetaria definida como el logro de una inflación meta de 2% con un margen de error de +/- 1%.
El pasado 17 de setiembre la FED decidió “aplazar” la decisión de aumentar la tasa de interés que actualmente se encuentra en un rango de entre 0% y 0.25%, a pesar que el mercado esperaba el aumento de la misma. ¿Por qué lo hizo? Por un lado, los datos del crecimiento y del empleo si justificaban el aumento, pues la economía estadounidense ya se encuentra en franco proceso de recuperación y una tasa de interés de 0% significa una gran inyección de dinero en circunstancias en que ello solo podría llevar a un calentamiento de la economía. Por otro, la inflación de agosto mostró que los precios habían caído en 0.1% y, aunque no tiene una meta explícita como en el caso peruano, se acepta que la inflación debía estar en torno de 2% anual.
Por lo tanto, una primera lectura es la siguiente: por el primer mandato (crecimiento y empleo) la tasa debió subir, pero por el segundo, todavía no, pues el aumento de la misma podía originar una contracción de la demanda interna (véase post anterior) y con ello disminuir aún más los precios. Más aún, en el comunicado oficial se señala que “la reciente evolución de la economía mundial puede empujar a una inflación aún menor”. De manera que la FED atribuye la mantención de la tasa a la economía global y sus impactos sobre los Estados Unidos; y ello significa China.
¿Hizo bien la FED? Pues las opiniones están divididas, pues todo parece depender de la evolución de la economía mundial. Desde mi punto de vista solo se “ha aplazado” el aumento por unos meses más. Inclusive, 13 de los 17 miembros de la FED piensan que el aumento ocurrirá a más tardar en diciembre de este año. Ello deja al mundo en una situación de incertidumbre aún mayor.
Como es natural, el precio del dólar reaccionó inmediatamente con una bajada; ello muestra la relación entre la evolución de la tasa de interés de la FED y el tipo de cambio en el Perú y varias economías de América Latina. Como se esperaba que suba la tasa, entonces ocurriría una salida de capitales hacia los Estados Unidos y la menor oferta interna de dólares subiría el tipo de cambio. Muchos compraron esperando el escenario descrito. Desde mi punto de vista hicieron lo correcto, pues más temprano que tarde, la tasa subirá. Lo que queda claro es que el “efecto China” y su desaceleración es mayor que el “leído” por los analistas.
¿Qué podemos esperar en los siguientes meses? Pues más incertidumbre, tanto la evolución futura de China, como por los efectos del fenómeno del niño, la coyuntura electoral y la subida de las tasas de interés de la FED. ¿Más factores? La incertidumbre electoral propia el año previo a las elecciones.
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