El Comercio, 28/03/2016
http://elcomercio.pe/opinion/columnistas/neoliberales-versus-socialdemocratas-jurgen-schuldt-noticia-1889619
Técnicamente hablando, son sólo dos las ideologías político-económicas que buscarán captar nuestro voto el 10 de abril. La una, de centro-derecha neoliberal y, la otra, de centro-izquierda. Lo que significa que los electores tendremos que optar por los que están a favor del modelo económico-social vigente desde los noventa y los que están en contra del extractivismo de la agotada primario-exportación neoliberal. Posiciones representadas, respectivamente, por las duplas Keiko-PPK y Barnechea-Mendoza.
El primer grupo ha presentado programas de reforma que buscarán profundizar el funcionamiento de los mercados libres (al servicio de oligopolios), centrándose especialmente en la flexibilización laboral para reducir los salarios reales y ganar “competitividad”. Implícitamente asumen que es viable el piloto automático, cuando es sabido que en esta oportunidad ya no gozarán de la bonanza minera que permitió la exitosa gestión pasiva de los gobiernos anteriores al actual. Mientras Keiko no cuenta con un equipo económico capaz de afrontar el estancamiento económico-social del país, PPK posee uno excelente para asegurar el continuismo, liderado por Alfredo Thorne, y que podría reforzarse con los ortodoxos que acompañaban a Guzmán.
En la otra orilla, Barnechea y Mendoza ocupan los extremos del espacio socialdemócrata que hace décadas debió ocupar el aprismo en base al programa de Haya (“El Antiimperialismo y el Apra”). De un lado, Acción Popular posee apenas un programa de “industrialización”, para lo que desafortunadamente no dispone de los profesionales que podrían procesar ese cambio del modelo y, mucho menos, uno capacitado para manejar la cada vez más crítica situación económico-social del país. Por lo que no sorprendería que desemboque en un fiasco similar a la “Industrialización por Sustitución de Importaciones” (ISI) del primer gobierno de Belaúnde (1963-1968).
De otra parte, el Frente Amplio (FA) representa el ala izquierda de esa ideología, muy distante de un supuesto “socialismo del siglo XXI” que se le quiere endilgar, calificándolo además de anticapitalista. Cuando es evidente que, para determinar las posibilidades de cada uno de los anti-modelo para acompañar a uno de los representantes del status quo en la segunda vuelta, habría que fijarse, más que solo en el programa, en el equipo de “técnicos” que los acompaña, especialmente en materia económico-política.
Es necesario recalcar que esta ala de la socialdemocracia cuenta con un amplio abanico de expertos que no sólo destacan por su producción científica y en la docencia universitaria (básicamente en la PUCP), sino que también han ocupado posiciones importantes en la gestión pública de los últimos tres lustros. Por mencionar a los más importantes, entre muchos otros que forman parte del FA y que cumplieron roles críticos destacados en el BCRP, MEF, CEPLAN, JUNAC, Sistema de salud, ministerio de medio ambiente, etc.: Pedro Francke, Alan Fairlie, Óscar Dancourt, Humberto Campodónico, Félix Jiménez, José de Echave, Germán Alarco, Francisco Durand. Aunque varios de ellos puedan tener un pasado prehistórico personal de corte marxiano, son claramente neo-estructuralistas o postkeynesianos y que, como tales, enmarcan sus propuestas dentro del capitalismo.
Cabe recordar que todos poseemos necesariamente un paradigma o concepción del mundo (ideología), en el que los juicios de valor son inevitables, aunque no les guste a quienes no desean cambios, excepto de los que se realizan para que nada cambie. Si bien esto es obvio, aún hay quienes consideran que los neoliberales son a-ideológicos, ascépticos y técnicos, mientras que los heterodoxos serían puramente ideológicos.
El primer grupo ha presentado programas de reforma que buscarán profundizar el funcionamiento de los mercados libres (al servicio de oligopolios), centrándose especialmente en la flexibilización laboral para reducir los salarios reales y ganar “competitividad”. Implícitamente asumen que es viable el piloto automático, cuando es sabido que en esta oportunidad ya no gozarán de la bonanza minera que permitió la exitosa gestión pasiva de los gobiernos anteriores al actual. Mientras Keiko no cuenta con un equipo económico capaz de afrontar el estancamiento económico-social del país, PPK posee uno excelente para asegurar el continuismo, liderado por Alfredo Thorne, y que podría reforzarse con los ortodoxos que acompañaban a Guzmán.
En la otra orilla, Barnechea y Mendoza ocupan los extremos del espacio socialdemócrata que hace décadas debió ocupar el aprismo en base al programa de Haya (“El Antiimperialismo y el Apra”). De un lado, Acción Popular posee apenas un programa de “industrialización”, para lo que desafortunadamente no dispone de los profesionales que podrían procesar ese cambio del modelo y, mucho menos, uno capacitado para manejar la cada vez más crítica situación económico-social del país. Por lo que no sorprendería que desemboque en un fiasco similar a la “Industrialización por Sustitución de Importaciones” (ISI) del primer gobierno de Belaúnde (1963-1968).
De otra parte, el Frente Amplio (FA) representa el ala izquierda de esa ideología, muy distante de un supuesto “socialismo del siglo XXI” que se le quiere endilgar, calificándolo además de anticapitalista. Cuando es evidente que, para determinar las posibilidades de cada uno de los anti-modelo para acompañar a uno de los representantes del status quo en la segunda vuelta, habría que fijarse, más que solo en el programa, en el equipo de “técnicos” que los acompaña, especialmente en materia económico-política.
Es necesario recalcar que esta ala de la socialdemocracia cuenta con un amplio abanico de expertos que no sólo destacan por su producción científica y en la docencia universitaria (básicamente en la PUCP), sino que también han ocupado posiciones importantes en la gestión pública de los últimos tres lustros. Por mencionar a los más importantes, entre muchos otros que forman parte del FA y que cumplieron roles críticos destacados en el BCRP, MEF, CEPLAN, JUNAC, Sistema de salud, ministerio de medio ambiente, etc.: Pedro Francke, Alan Fairlie, Óscar Dancourt, Humberto Campodónico, Félix Jiménez, José de Echave, Germán Alarco, Francisco Durand. Aunque varios de ellos puedan tener un pasado prehistórico personal de corte marxiano, son claramente neo-estructuralistas o postkeynesianos y que, como tales, enmarcan sus propuestas dentro del capitalismo.
Cabe recordar que todos poseemos necesariamente un paradigma o concepción del mundo (ideología), en el que los juicios de valor son inevitables, aunque no les guste a quienes no desean cambios, excepto de los que se realizan para que nada cambie. Si bien esto es obvio, aún hay quienes consideran que los neoliberales son a-ideológicos, ascépticos y técnicos, mientras que los heterodoxos serían puramente ideológicos.
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