(Diario UNO, 2/2/2018, p.10)
Llama la atención como los poderes económicos y mediáticos están en plena campaña para que no se aplique la regulación previa a las grandes fusiones y adquisiciones empresariales (F&A). Para ellos no pasaría nada con la operación del grupo Intercorp que adquirió Quicorp sumando 1,026 farmacias a su acervo. Tampoco habría problema con Primax al totalizar 1,100 gasolineras propias y de Pecsa. Se olvidan que se trata de sectores sensibles (bienes necesarios con demanda inelástica) donde antes se ha vulnerado la libre competencia. Los argumentos falaces son diversos.
De partida siempre se olvidan, como se plantea en todo libro introductorio de economía, que el interés privado no siempre coadyuva al interés público. La lista de afectaciones posibles por las F&A se inicia con el clásico aumento de precios al consumidor, pero no queda ahí. Se puede dañar la calidad, reducir el gasto de investigación y desarrollo, afectar a los proveedores de insumos, limitar las posibilidades de otros agentes económicos y frenar el capitalismo popular. También se producen pérdidas en el bienestar económico al reducir las compras de insumos y despedir personal. Hay efectos agregados ya que el mayor poder el mercado debe conducir a una mayor cuota para las ganancias (objetivo central de las F&A), aumentando la desigualdad a la par que se concentra poder en pocas manos, misma que resquebraja la cohesión social y puede convertir la democracia en una plutocracia a favor de pocos. Aquí no estamos lejos de esa realidad.
La importancia de las F&A en el Perú no es desdeñable. Entre 1991 y 2016 la suma de esas operaciones ascendió a casi US$ 81,000 millones. Los poderes mediáticos mienten cuando señalan que a nivel internacional solo se regula el abuso de posición de dominio y no la concentración en sí misma. En América Latina, todos regulan la concentración a excepción de Haití y Perú. Simplemente no estaría mal copiar los regímenes de nuestros socios Chile y México que han avanzado en el tema. Con la adquisición de Intercorp el índice de concentración IHH de las farmacias tendría un valor superior a 5,000 por encima de 1,800 que el Departamento de Justicia de los EE.UU. considera como un mercado no competitivo (Parkin, 2014, p.235).
Los poderes mediáticos se olvidan de toda la evidencia empírica sobre los impactos negativos de las F&A en distintas variables económicas para EE.UU y Europa que se ha presentado en esta columna anteriormente. Asimismo, el costo de regular previamente las grandes F&A en el Perú es mínimo. Indecopi señala que S/. 5 millones anuales son suficientes, mientras que nosotros anotábamos un presupuesto de menos de US$ 2 millones. Es hora de afinar los proyectos de ley y colocarnos a la par de la mayoría de las naciones del mundo.
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