(Diario Uno, 20/5/2016, p.10)
Las previsiones relativas al desempeño de la economía peruana para 2016 eran negativas al inicio del año. Sin embargo, los resultados al primer trimestre en términos del producto y otras variables no lo son tanto. Esto no ha sido resultado de una mejor conducción de la política macroeconómica a cargo del BCRP y del MEF, sino que la situación de la economía internacional (precios, demanda externa y estabilidad del sistema financiero) ha sido menos negativa. Esta mejoría relativa no significa que este gobierno heredará al siguiente una economía saneada y sin problemas. La situación continúa delicada en el campo de las finanzas públicas, balanza de pagos, posición de cambio, inflación y desaceleración de la demanda.
El acumulado de la producción nacional del primer trimestre de 2016 respecto del mismo periodo del año anterior creció 4.4%. Sin embargo, cuando la información se desagrega sectorialmente los problemas son evidentes. Los sectores que empujan el producto hacia arriba son: minería 23.4%, gas natural 12.7%, electricidad 9.8%, financiero y seguros con el 9.1% y telecomunicaciones 7.7%. En cambio, el sector agropecuario sólo crece 1.6%, la construcción 2.1%, el comercio 2.8% y la manufactura se contrae en 3%. Los otros servicios crecen sospechosamente en 4.5% dependiendo del índice de precios que se haya utilizado para convertir esa información de nominal a real.
La balanza comercial del primer trimestre de 2016 sigue negativa, pero menos que en el primer trimestre de 2015. Lo único que ha aumentado es el volumen exportado de cobre en 143,500 TM por Las Bambas, algo por Cerro Verde y Constancia. Llama la atención que mientras la mayor parte de los precios internacionales de los productos mineros han crecido ligeramente entre enero y marzo y en particular el oro de US$ 1,097 a US$ 1,246 por onza, los precios de las exportaciones mineras peruanas no han aumentado. El precio de la libra de cobre del primer trimestre de 2016 fue de US$ 1.76 respecto de US$ 2.25 por libra en 2015, 49% menos. Aquí pueden manejarse varias hipótesis: la existencia de contratos previos con menores precios, mayores costos logísticos y/o menores precios por los mayores volúmenes colocados en el mercado.
Son los mayores volúmenes de cobre y la postergación del incremento de la tasa de interés de política monetaria de la Reserva Federal de EE.UU. las variables clave que explican el menor deterioro en la producción, balanza comercial, ligera apreciación cambiaria entre marzo y mayo, y la menor reducción de la posición cambiaria del BCRP. La inflación continúa un punto porcentual por encima del rango meta. Seguimos dependiendo de un producto minero y de las decisiones de política monetaria de la Reserva Federal. ¿Hasta cuándo nos durará?
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