(Diario Uno, 6/12/2015, p.11)
La semana pasada el Presidente del BCRP continuó haciendo política, no la monetaria, cambiaria o de regulación financiera. Manifestó que los cinco primeros candidatos no generan temor con respecto a un cambio fundamental en la orientación de la economía. Al respecto, esto podría explicarse de varias formas: que los mercados no deberían alterarse por la coyuntura política, que está haciendo campaña a favor de estos en demerito de los otros, o que está buscando que lo ratifiquen en el cargo. Lo que queda claro es que el comentario además de inapropiado fue inoportuno ya que la contienda electoral recién inicia y sólo se conocen algunos esbozos de los planes de gobierno en juego.
A la fecha sólo el APRA y Peruanos por el Kambio (PPK) han presentado planes con mayor detalle. En el caso del primer partido este murió apenas salió a la luz por las acusaciones de plagio. En las declaraciones iniciales este se enfocaba en la minería, mientras que en su versión escrita se hablaba de otros sectores productivos. Tanto para el sector minero como energético se proponía el ajuste de los estudios de impacto ambiental. Coincidía con los planes de PPK en destrabar inversiones, eliminar los trámites burocráticos y en digitalizar el Estado. Sin embargo, en términos tributarios se señalaba que no es el momento para rebajar impuestos, mientras que PPK ofrece la reducción paulatina del IGV y otros ajustes a la baja en los impuestos a las utilidades. Por el momento, Perú Posible repite el tema de promover la inversión privada, no reducir impuestos y restaurar la tasa del drawback para favorecer a las exportaciones no tradicionales.
El BCRP también intervino en política durante las elecciones presidenciales pasadas logrando que la CONFIEP propusiera el mantenimiento de su presidente luego de la primera vuelta electoral. En ese momento el Plan de la Gran Transformación y la denominada Hoja de Ruta manifestaban la convicción de contar con un banco central autónomo e independiente. Ahora, tanto la plataforma programática del Frente Amplio como la declaración del Programa de la Unidad Democrática, que esperamos se integren prontamente, no tienen elemento alguno que afecte dichos principios; asimismo en el segundo documento se propone una política macroeconómica fiscal, monetaria y cambiaria que asegure los equilibrios macroeconómicos (inciso 5).
EL BCRP debe enfocarse en su trabajo de evitar mayores presiones inflacionarias sin acudir al simple freno del nivel de actividad económica. Por el lado de la política cambiaria debe comenzar a pensar en el largo plazo abandonando su manejo populista. Entre abril de 2013 y noviembre de 2015 la posición de cambio se ha reducido en US$ 23,176 millones. Ahora sólo le quedan US$ 26, 227 millones propios.
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