20.9.16

¿Nueva política comercial?

Germán Alarco

(Diario Uno, 15/9/2016, p.10)

A inicios de esta semana se publicó una entrevista al nuevo ministro de Comercio Exterior. Hubo algunos elementos positivos, pero desafortunadamente lugares comunes que reflejan poca creatividad. Nadie puede estar en desacuerdo con la meta de elevar las exportaciones no tradicionales de US$ 10,000 millones a US$ 20,000 millones en 2021 y llevar las exportaciones totales a US$ 70,000 millones, aunque eso dependa de la demanda y precios internacionales. Todos estamos de acuerdo en que la limitada infraestructura y los sobrecostos en las cadenas logísticas son trabas significativas a las exportaciones, pero de ahí a insistir que la mayor parte de los problemas proviene de la sobreregulación y del Estado es equivocado. 

De partida se persiste en el error de mantener una política comercial desvinculada de la estrategia de diversificación productiva. En realidad, ambas deben conformar una sola, en la que la comercial esté subordinada a la productiva. Sin embargo, ahora la situación se pone más complicada pues el nuevo ministro de la Producción ha abandonado el plan de diversificación productiva anterior, manteniendo sólo las Mesas Ejecutivas sectoriales que tienen una perspectiva de corto plazo y sólo se anuncia un nuevo programa para la diferenciación de la oferta exportable (¿?). De la misma gravedad es la omisión de la política cambiaria como instrumento clave para la diversificación productiva y exportadora. Dejar el tema exclusivamente en manos del BCRP es seguir sin rumbo bajo una perspectiva antiinflacionaria de corto plazo.

Suena irónico escuchar que los sobrecostos y la sobreregulación son las causas de los problemas en el comercio exterior, cuando desde hace 25 años los sucesivos gobiernos neoliberales han establecido nuevas políticas con relación a la infraestructura, la prestación de los servicios, las asociaciones públicas-privadas y se ha desregulado el comercio exterior. Lo que ocurre es que se necesita una nueva regulación más simple pero efectiva. Por ejemplo, en el puerto del Callao hay problemas por la ausencia de planeamiento integral, falta de inversión en accesos, contratos de concesión bajos diferentes reglas, elevada concentración en los diferentes servicios, terminales de almacenamiento fuera del recinto portuario, entre otras, producidas por políticas de desregulación desordenadas.

Los sobrecostos de las cadenas logísticas del comercio exterior son significativos. Tenemos estimados de alrededor del 1.6% del PBI anual. ¿Dónde están y cuáles son los cálculos oficiales? Por último, insistir simplemente en más TLC y en el TPP sin mostrar estudios que muestren las ganancias económicas de cada uno es ideología pura. Más globalización exige un Estado vigilante más activo y no simplemente desregular.

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