29.1.18

El Estado de la Economía Nacional (Parte I)

Bruno Seminario
(14/01/2018)

A pesar de la bondad de las condiciones internacionales, el estado de la economía peruana no parece mejorar. No solo la recuperación es endeble y dependiente en extremo del gasto público sino que en vez de extenderse parece haber perdido ímpetu en el IV trimestre del año pasado. Debemos tener en cuenta que las estadísticas más recientes no reflejan todavía el impacto de la coyuntura política , la cual puede agravar aún más la situación.

¿Qué factores frenan la economía e impiden que la tasa de crecimiento retorne a su nivel potencial?

En primer lugar, la crisis que experimenta el sector industrial y la manufactura en particular. En segundo lugar, la reducción en la tasa de crecimiento del sector comercial En tercer lugar, el impacto del Niño y de la variabilidad climática. En cuarto lugar, las restricciones que existen por el lado de la gestión de la inversión pública que dificultan el gasto y producen retrasos considerables en los programas de inversión publica.

El impacto combinado de estos efectos es de tal magnitud que cancela casi totalmente el impacto favorable de la coyuntura internacional. El aumento de las cotizaciones internacionales tiene un efecto muy limitado sobre otros sectores de la economía sino provoca un aumento en el gasto público o en la inversión directa extranjera. Sin estos factores, el aumento de precios lo único que hace es provocar un aumento de las utilidades del lado  de las empresas. Dada la estructura de la propiedad del sector, el aumento lo único que produce es un deterioro de la balanza de servicios financieros de una magnitud muy similar al aumento en el valor de las exportaciones. Como el aumento de las exportaciones es limitado por el aumento en las importaciones de servicios, el impacto sobre el ingreso nacional es muy reducido y se limita a los mayores impuestos que puede recaudar el gobierno. En otras circunstancias, esta coyuntura provocaría un aumento de la inversión extranjera y de la inversión pública y este dinamizaría otras formas de inversión. Sin embargo, en las circunstancias actuales este mecanismo se encuentra paralizado y ello limita sustancialmente el impacto sobre la demanda interna y sobre otros sectores de la economía.

Por otro lado, es probable que el próximo año continúe esta situación de parálisis, especialmente , si consideramos el impacto que pueden tener los eventos políticos de diciembre que han aislado totalmente al gobierno. El problema no solo radica en esto último sino en la incapacidad del mismo para ejecutar un programa coherente de inversión pública. A pesar de contar con los recursos financieros, el gobierno no ha podido estructurar un programa mínimo de reconstrucción en el norte del país. Los daños que experimentó la infraestructura vial y urbana no han sido reparados y mientras no lo sean es poco probable que la producción de estas zonas regrese al mismo nivel que tenían antes del desastre. No solo hay problemas de gestión de la inversión pública sino que estos pueden agravarse el próximo año por la selecciones municipales y regionales que provocarán cambio de autoridades y nuevos retrasos en los programas de gasto de los gobiernos locales y regionales. El otro factor importante a considerar es el probable aumento en los conflictos laborales que puede registrarse en el sector extractivo. Las minas más grandes del Peru tienen que renegociar el próximo año sus pliegos laborales y si estos son administrados de una forma similar a la que uso el gobierno con la huelga de los maestros, el coste de la renegociación puede ser sustancial y determinar una reducción en los niveles de producción de las principales minas del Peru.

Tampoco la coyuntura internacional es tan buena como parece. Si bien es cierto que la recuperación de la economía mundial ha provocado cierto aumento del precio de nuestros productos de exportación, existen otros factores que pueden afectar adversamente al Peru y otros países de America latina.

Quizás el más importante de estos se vincule al curso que puede tener la política económica ejecutada por el gobierno de Trump y las nuevas autoridades del Sistema de Reserva Federal. En efecto, el nuevo presidente del Banco Central de Estados Unidos ha anunciado que piensa aumentar las tasas de interés referenciales de los Estados Unidos tres veces el próximo año. Un proceso que llevaría el valor de este indicador de 2% a 3% al finalizar el año. También el Banco Central Europeo ha hecho un anuncio similar. Además, la política fiscal del presidente Trump provoca efectos favorables sobre el Perú y otras economías emergentes sino que efectos que son claramente adversos. Su principal ingrediente son las ventajas tributarias que le otorga a las empresas estadounidenses por la inversión que puedan hacer al interior de los Estados Unidos. Un incentivo que tiende a limitar la inversión que puedan estas empresas en otros países y que puede ser intensificado cuando otros países tomen medidas similares. Es claro que este proceso en curso puede limitar severamente la posibilidad que tiene el Peru de captar inversiones de Estados Unidos y de otros países. Pero estos no son los únicos efectos porque la nueva política fiscal de Trump puede ampliar en el corto plazo el déficit fiscal del tesoro estadounidense. El déficit puede aumentar la oferta flujo de letras del tesoro y provocar un aumento más rápido de los tipos de interés de todo los instrumentos de deuda. Como consecuencia , el costo del endeudamiento externo del Peru puede subir sustancialmente y el valor del Servicio de la deuda externa. Esta coyuntura es muy similar a la que provocó la crisis de la deuda externa de los 1980s. El tercer factor adverso es la política comercial proteccionista del gobierno de Trump. Es poco probable que la revisión del NAFTA no provoque revisiones similares en los otros tratados bilaterales que ha firmado el gobierno de Estados Unidos con otros países. Si se produjera esta revisión puede aumentar el costo de acceso al mercado estadounidense y afectar así la tasa de crecimiento de más exportaciones tradicionales del Peru, especialmente, el acceso preferencial de los productos agroindustriales, una de las pocos industrias peruanas que ha tenido en los últimos años algún dinamismo.

Al parecer, la única autoridad que tiene conciencia de estos riesgos es el directorio del Banco Central de Reserva del Peru que ha intentado estimular la economía mediante una reducción del tipo de interés. El problema es que esta política , en las actuales circunstancias, tiene un efecto limitado . En primer lugar, es poco creíble por contradecir abiertamente la tendencia que predominará en los mercados internacionales. Aunque puede afectar las tasas de interés de corto plazo , es poco probable que respondan a la misma los instrumentos de largo plazo. En estas circunstancias, el impacto que pueda tener sobre los proyectos de inversión de largo plazo será bastante limitado. Por otro lado, el impacto de corto plazo se concentra básicamente en los inventarios y en los bienes de consumo duradero, mercancías que son mayormente importadas. Por ello , el mayor impacto de la política monetaria expansiva es sobre las importaciones de todo tipo o sobre el sector comercial que importa este tipo de mercancías. Aparte de estos sectores, el impacto sobre las industrias que producen bienes nacionales es bastante limitado.

Por otro lado, es claro que la política fiscal puede enfrentar en el futuro limitaciones mayores. En gran parte por culpa de las mismas autoridades que esta administración y en la precedente mellaron la base tributaria del Estado, es poco probable que se pueda sostener en los próximos años la tasa de crecimiento del gasto público. No sólo el gobierno ha incumplido la meta fiscal que el mismo estableció sino que ha hecho todo lo posible para limitar la efectividad de la política. Como consecuencia se ha visto obligado a recurrir al endeudamiento externo justo en el momento en que los costos del mismo pueden experimentarán un aumento sustancial. Con el aumento de la deuda y las tasas de interés es probable que en el futuro aumente la importancia presupuestal del servicio de la deuda externa y que el gobierno se vea obligado a reducir otro tipo de gasto para servir este monto. Al aumentar la importancia de estos gastos , disminuye el poder expansivo de la política fiscal y el impacto de esta política sobre la demanda interna. Refuerzan la situación tres factores . En primer lugar, el aumento en el contenido importado de las compras directas de bienes hechas por el Estado. Al parecer, los programas sociales incluyen una fracción creciente de bienes importados. Por ejemplo, las viviendas de emergencia que se levantaron en Piura al parecer fueron adquiridas en Chile. Los programas de alimentación del Ministerio de Inclusión Social al parecer incluyeron conservas de pescado adquiridas a empresas chinas . Esto limita el impacto de la política. 
En segundo lugar, la gestión pública no sólo ha reducido el impacto de la política fiscal sobre la demanda interna sino también el impacto que puede tener sobre la oferta agregada. El sistema actual de selección de proyectos de inversión pública comienza a establecerse durante el gobierno del presidente Toledo, pero se consolida en el segundo gobierno de Alan García. Este sistema sustituyó al que estableció el breve gobierno militar que gobernó al Peru a principio de los 1960s que tenía como institución central al instituto de planificación, una institución que fue disuelta por Carlos Boloña, ministro de economía de Fujimori.

Este sistema tiene varias características que reducen sustancialmente el retorno de la inversión pública y el impacto de la misma sobre la oferta agreda de la economía. En primer lugar, vuelve impreciso el costo inicial de la inversión pública . El costo estimado de los proyectos puede variar sustancialmente desde el inicio del proyecto hasta su fin debido al sistema de adendas. En estas condiciones , es probable que se seleccionen proyectos poco rentables o con rentabilidad negativa. En segundo lugar, los resultados efectivos sugieran que prioriza los proyectos con menor rentabilidad económica y social. Ello es así porque nunca ha podido sistemas muy limitados De priorización. Parece que la misma no es decidida por el gobierno sino por la eficiencia de los grupos particulares de interés que promueven el proyecto en cuestión. En tercer lugar, provoca una excesiva fragmentación de la inversión pública y eleva sustancialmente los costos de transacción y coordinación de los mismos. Como consecuencia se producen retrasos sustanciales y hay deterioro sustancial de la inversión pública. En tercer lugar, aumenta el costo de los bienes de capital y tiende a magnificar el costo de los bienes de capital. La evidencia internacional ( consultar el artículo de Gonzalo Pastor ) sugiere que el precio de los mismos en el Peru es mayor que el precio de estos en otros paises de America Latina. Como resultado, el ratio de inversión en el Peru se encuentra sobre estimado. Como es poco probable que esta situación cambie en el futuro inmediato, no aumentará la rentabilidad de los mismos e incluso puede disminuir.

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